miércoles, 28 de septiembre de 2011

Visitas. Capítulo 8.

Verdaderamente lo era, era repulsivo, no sabía cómo los hombres podían tratar de aquella manera a esas mujeres. Como esclavas, muchas lo hacían porque querían, otras se veían obligadas por las deudas y para dar de comer a sus hijos, y otras simplemente las encontraron en la calle sin dónde ir, les mintieron y ahora hombres abusan de ellas a cambio de un par de billetes. Sí. Era un prostíbulo.
Una mujer o chica, tal vez por sus pintas no se podría saber si tenía 15  o 20, entraba en el almacén, en una puerta unos hombres la miraron y dieron la señal de que podía pasar, al parecer serían los guardias.

Le daban pena esas mujeres, Le hubiera gustado hacer algo pero sabía que tenía cosas más importantes de las que ocuparse, como por ejemplo, buscar al asesino de Drew, su hermano, su único hermano. Se había equivocado, ese chico, ese chico verdaderamente atractivo no era… simplemente sus ojos se parecían, dio un golpe seco contra el suelo y luego maldijo en voz baja. Cerró los ojos y dejo escapar varias lágrimas, apretó las manos, esas lágrimas eran de impotencia, tristeza, amargura… verdaderamente se sentía mal, no conseguía resolver el misterio de su hermano.

Estuvo allí llorando durante varios minutos, se había aferrada a Pablo como lo había hecho en otras ocasiones, apoyada en su hombro lloraba, cuando pronto oyó una voz.  Una voz que no conocía:

-          Ejem… Chicos, solo quería saber si habéis visto a este chico de aquí. –Dijo mostrando varias fotos, que verdaderamente le  impactaron a Abi, era su hermano. Varias fotos de su hermano, y una de ella y el. Sabía que no lo podría negar.


-          Drew…-Musito con varias lagrimas aún en sus ojos.
-          ¿Es tu amigo?
-          Mi hermano…
-          ¿Sabéis algo de él?
-          No, se fue de viaje. –Dijo Pablo adelantándose a que Abi confesará. Esas palabras fueron un error y pronto se dieron cuenta.
-          Soy del FBI, recibimos hace varios días una alerta de que hubo un tráfico de drogas entre Atlantic y Pensilvania. Y sintiéndolo mucho, tu hermano fue uno de los identificados, por lo que ustedes tendrán que acompañarme a Washington, les haremos varias preguntas…-Había sacado su placa de identificación la cual ahora guardaba.
-          Nosotros, nosotros no hemos hecho nada –Dijo Andy rápidamente aunque con bastante nerviosismo lo que hizo dudar al agente.   
-          No hay más que decir me tendréis que acompañar.-Dijo señalando un coche negro del cual siquiera se había percatado.

Fue la primera en andar hacia él, pues esa noticia le había dejado un poco patidifusa, ahora no sabía que creer. ¿Estaba muerto, pues lo había matado algo extraño? ¿O lo habían matado por algo de tráfico de drogas? ¿Había desaparecido del país y estaba en busca y captura?
No creía posible lo referente al tráfico de drogas, pues su hermano siempre fue un chico bueno, calmado y nunca le había gustado nada lo referente a las drogas, era algo de lo cual siempre había estado protegiendo a su hermana. Siempre había dicho que antes de meterse en nada de eso, preferiría tocar la guitarra en Nueva York, para luego volver a Atlantic con el suficiente dinero para vivir ese mes. Era Imposible, lo sabía. Pero ahora estaban todos en un coche del FBI  rumbo a Washington. 

CONTINUARÁ...
Escritora: PAULA RGUEZ. VILLAR.
Comentad, puntuad, y dadme consejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario