jueves, 29 de diciembre de 2011

Reseña del Principe de Los Oasis. Fernando Schwartz.


15.0x23.0cm.
Nº de páginas: 360 págs.
Editorial: ESPASA-CALPE
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788467031553
Año edición: 2009
Plaza de edición: MADRID
Escritor: Fernando Schwartz.


Un joven mitad árabe, mitad occidental, criado y educado en Europa, regresa a Alejandría para rencontrarse con sus raíces islámicas. Junto a su padre, un aristócrata de la corte egipcia, emprenderá un peligroso viaje a los oasis de Libia. Diplomático, escritor y excelente comunicador, Fernando Schwartz (Madrid, 1937) decidió dedicarse por completo a la literatura desde 2004. Autor de más de una docena de novelas y ensayos, ha recibido, entre otros galardones, el Premio Planeta 1996 por El desencuentro y el Premio Primavera 2006 por Vichy, 1940. Su última novela, El cuenco de laca, alcanzó un notable éxito. Reside la mayor parte del año en Mallorca.

Es un libro que para mi gusto bueno, por el hecho de que te enseña bastante cosas a cerca del desierto, del Cairo. No sé, es un libro que te ayuda a saber más a cerca de el desierto y el Cairo. A parte de contener una historia te enseña cosas.
Y te habla sobre el padre del niño, el cual existió verdaderamente, te enseña cosas a cerca del, de lo que hacía, y sobre todo es una historia que merece la pena Leer.
No solo por la historia, si no para mi es un libro que te enseña cosas interesantes a cerca del Desierto, aunque el único, defecto o error o bueno más bien cosa que me defraudo a sido el final, es un final que no me lo esperaba, lo esperaba de otra manera, no sé que más puedo decir acerca del libro, pues para mi es un libro que te enseña muchas cosas y si las cuento no tiene mucha gracia. Os lo recomiendo la verdad. A este libro le doy está puntuación, no le doy los cinco, por el final, pero merece leerlo, aun así. Siento si es una mala Reseña.







De Plebeya a Princesa. Capítulo 3.

Jean había salido de la habitación de la reina dando un gran portazo, las cosas que había dicho su madre le habían cabreado, pero también le habían echo dudar. Sabía que algún día aquella joven se tenía que acordar de todo, y cuando eso pasara sabía que no podría mentir. Sabría que todo se iría al traste.
Camino por el largo pasillo, cada vez que se acercaba más a la sala principal, podía oír como los murmullos ahora se convertía en gritos, acelero el paso, y al llegar se encontró con varios de sus sirvientes murmurando , otros comenzaban a chillar, alarmados por algo que Jean desconocía. Soltó un fuerte grito que hizo que todos callaran y miraron al joven a la espera de que esté hablara. El sin decir nada dirigió a una de las sirvientas que recibía el nombre de Matilde.
-          Matilde. ¿Podéis vos contarme a que se debe tanto jaleo?
-          Su majestad, vuestra prometida, ha desaparecido.
-          ¿Cómo? ¿Cómo no os habéis dado cuenta? ¿Cuánto hace que salió?
-          Creemos que por la puerta trasera, cuando vos estabais hablando con su majestad. No pensábamos que marcharía, y bueno… bajamos la guardia. No sabemos, su majestad.
-          Pero  como… ¡Ag! , Prepara mi caballo, y los demás buscar por los alrededores. ¡YA! –Dijo alzando la voz, a la vez que salía como un huracán sin decir una palabra más.
Caminaba por aquel enorme jardín. Hacía rato que había salido de aquel enorme palacio, tenía dudas, no recordaba llamarse Rebeca y mucho menos vivir en Inglaterra, no recordaba haber hablado nunca inglés, es más desde que me desperté podía notar que mi acento era completamente diferente al  de los que me rodeaban. Yo hablaba un perfecto español, pero en cambios ellos, un torpe español, con un toque británico.
Buscaba algo más que aquel enorme jardín, buscaba casas, gente algo que no fuera hierba, ni aquel palacio.
Quería creer lo que ellos me decían, pero a la vez, algo me lo impedía, no me venía a la mente nada de lo poco que me había contado Jean, aquel apuesto británico, futuro Rey de Inglaterra. Creía el que yo pudiera haberme enamorado de él, pues no era para nada un hombre poco apuesto, al contrario, podría ser uno de los jóvenes más apuesto que podría haber visto, pero no recordaba  a nadie, por lo que para mi era el más apuesto, con aquellos ojos azul eléctrico.
Me comenzaban a doler los pies, no sabía cuanto llevaba caminando, pero los pies me dolían y la cabeza comenzaba a darme vueltas, cuando ya comenzaba a ver algo más que hierva, sentí que todo se desvanecía a mis pies, de nuevo, me desmallé. Aunque claramente no recordaba la primera vez que me había pasado.
Pero esta vez aquel desmallo solo duró unos minutos, no tardé en levantarme y volver a caminar. Me quité aquellas molestas alpargatas y seguí caminando, mis pies estaban llenos de tierra pero yo simplemente me limité a andar hasta encontrarme rodeada de una ciudad. A medida que iba caminando pude notar como varias personas se giraban para mirarme, me admiraban, como si yo fuera una famosa pintura, no sabía por que me miraban, aunque no tardé en descubrirlo, miré mis prendas, eran demasiado ostentosas para tratarse de una persona cualquiera. Había sido mala idea salir de palacio, estaba segura, pero allí no me sentía cómoda. Poco a poco, me iba adentrando en aquella ciudad, la gente comentaba cosas, pero no llegué a oír ninguna con claridad.
Clac. Clac. Clac…

domingo, 25 de diciembre de 2011

Visitas. Capítulo 10.

Toda aquella noche había sido muy extraño, sobre todo aquel sueño, su hermano trataba de ayudarle. Y justamente ella tenía razón, el inspector del FBI no era de fiar y  así su hermano se lo había confirmado.
No le diría nada a Pablo ni a Andy, pero tenía un plan. Ese plan simplemente se ceñía a mentir. Sin decir una palabra se preparó y tomo el desayuno que el inspector les había dejado, en un principio dudo si comérselo o no, pero si se había tomado la molestia de traerlos hasta aquí, no creería que era para matarlos. Una vez que terminaron de comer salieron de aquel tortuoso e horrible hotel. Se montaron en el coche que el día anterior les había traído allí, y el inspector sin decir nada comenzó a conducir. Algún comentario que otro y palabras tranquilizantes dijo el inspector sin perder su sonrisa, pero de resto nada más. Al menos hasta que llegaron a su destino.
Un gran edificio de color beis que se situaba en una zona bastante transitada de W.C, en efecto era el edificio del FBI, ese edificio que había visto en tantas películas y en las noticias. Tenía miedo, sobre todo por el saber que iba a mentir, a ella nunca se le había dado bien aquello, se ponía nerviosa, se sonrojaba y se reía cada vez que mentía pero esta vez tenía más fuerza y más optimismo, creía que le saldrían bien, solo lo creía.
Bajo del coche con ayuda de Pablo, pero sin quitar la mirada a aquel enorme edificio, por momentos su seguridad se desvanecía, pero de nuevo volvía era como si un imán la hiciera volver. Respiro hondo antes de entrar y esbozo una leve sonrisa cuando el inspector vino tras ellos.
Aquel edificio era enorme.
Subimos cuatro pisos en un claustrofóbico ascensor, iba repleto y ella estaba encajada en una esquina, con una anciana a su lado y un atractivo agente, de unos 20 años. ¡Pin! Por fin llegaron a su planta, cruzamos un gran pasillo hasta pararnos en una habitación, A Andy y pablo les hicieron quedarse fuera.

martes, 20 de diciembre de 2011

Tu físico no es un Juego.

Para nada lo más importante es el físico, no importa si eres rubia, si eres morena, pelirroja, castaña o teñida, tampoco si tus ojos son marrones, negros , verdes o azules. Y lo que menos importa es si estás gorda o flaca, nada de eso importa. Por mucho que oigas esas típicas frases:

‘’Estás gorda, así el chico que te gusta no se va a fijar en ti, estás muy fea así de gorda’’, ‘’Eres bonita, pero deberías bajar de peso’’ y demás comentarios hirientes, porque vamos unos te lo dicen por bien, pero otros por el fin de fastidiar, y si llegas a querer bajar de peso hazlo por ti no por los demás. Porque Si no te quieres a ti mismo, nadie más lo hará por ti.

Y si nada de esto te convence te contaré una historia, vale no es real, no es real en el sentido de los nombres que aparecerán, pero conozco a gente que ha pasado por casos parecidos, y seguro que mucha gente está pasando por ello.


Otro día más lleno de risas y burlas, de bofetadas, bromas de niño chico, bromas de las que ella misma reía a pesar de ella ser el objeto de burla. Todos los días pasaba lo mismo, las mismas bromas, exceptuando algún día que aparecía una nueva, está inesperada para la joven Sara. Conocida por sus amigos Peggy, debido a sus rechonchos mofletes.
Ella estaba harta de tantas burlas tantos empujones, simplemente harta de ser GORDA, o rellenita como le decía su madre para quitarle hierro.
Comenzó a comer poco, casi a comer nada, simplemente un trozo de pan o un vaso de agua, si tenía que comer con su madre, jugaba con la comida, de tal modo que sin darse cuenta su madre pensaba que comía, era increíble como su madre no se daba cuenta que cada día que pasaba su hija estaba más delgada, y no solo eso sino Pálida. A pesar de haber perdido bastante peso, ella se miraba al espejo y seguía viendo la misma imagen, se sentía gorda.
Tuvo varios mareos en clase, por lo que opto por volver a comer, pero está vez comía y vomitaba, seguía perdiendo peso, más peso, y esto llego a hacer que la ingresaran en el hospital, tras un largo tratamiento en la clínica, salió, la nueva Sara, había recuperado un par de kilos, no estaba gorda, era una nueva sara, aunque varias veces llegó a caer en la tentación de no comer, o de vomitarla, y lo hizo, pero poco a poco volvió a ser la verdadera Sara.

Ahora, se que es un poco corto, y es debido a que no quería que fuera un tostón ya que ustedes conocéis casos, y por favor, si conocéis casos, ya sea de maltrato o de anorexia, tratar de ayudarles, ya sean mayores o pequeños, ayudadles, porque aunque digan que no necesitan vuestra ayuda. Y estaréis pensando, ¿Qué va a saber una cría de esa edad diciéndome lo que tengo que hacer? No te obligo, solo aconsejo, y es porque conozco casos de ambos, he tratado de ayudar, lo más que puedo, aunque gracias a dios, esos casos no han ido a más.

Escrito por: Paula.

Visitas- Portada del Libro.

Portada.
Contraportada,

Acabado completo.

lunes, 19 de diciembre de 2011

DIARIO DE UNA MUJER. Capitulo 3.

Otro día más, otro día más de cobardías, odiaba ser tan cobarde.
El haberme ido habría provocado mucha más furia que aquella llamada, pero de haberme ido, no habría recibido aquella fuerte puñalada.
Os contaré. Después de pasar dos horas llorando tras colgar el teléfono, me fui a dormir, aunque fue un intento en vano. Peor como siempre tuve que hacerme la dormida al oír la puerta, había llegado, se oyeron varios golpes, y si traía una buena encima. Los pasos cada vez se acercaban más a la puerta, tenía miedo, pero de pronto los pasos se pararon, el teléfono sonaba. Me extrañada que llamaran a aquella hora, demasiado para ser exacto, no tardo en colgar el teléfono de un fuerte golpe y gritando fuertes insultos abrió la puerta de donde yo me hallaba, me agarro fuerte del brazo levantándome de la cama en un movimiento demasiado brusco.

Información ,¿Qué haré en navidad?



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A ver en navidad, como el resto del tiempo, bueno estaré ausente, como todos, pero trataré de llevarme el portátil a donde quiera que valla... (eso sonó a canción de Iglesia) bueno que trataré de escribir, y en cuanto tenga escrito subiré 4 o 5 capítulos de golpe. 
Siento si estuve ausente varios meses, es que bueno ya sabes, los estudios y eso más la vagancia, hacen que suba capítulos nuevos cuando únicamente tengo suficiente inspiración. Pero que deciros, miles de gracias a mis seguidores, a los que me leen, no ha menudo pero cada vez que envió un evento, y a los que me han dado sus criticas, muchas gracias, espero que sigáis así, espero cumplir todos mis sueños y que vuestros sueños también se cumplan,y como no ahora me pasaré por todos los blogs que tengo pendientes. 
Bueno en fin, ¡FELIZ NAVIDAD! , si de nuevo.

¡FELIZ NAVIDAD! ~


La navidad, si este tema tan, tan hablado ahora ¿Qué por qué? Pues chico, anda que…  pues porque es época de navidad, de pasarlo  en familia anqué para otros esa época en la que no paran de regalarte cosas así porque sí , pues no, eso es de materialista, y esas personas pronto se darán cuenta de que la navidad no es una época de regalos, si no de pasarlo en familia, lo que pasa es que está sociedad ha convertido está época en una fecha más en la que los comerciantes y políticos llenan su bolsillo.
Pero no he venido a hablar de eso, sino simplemente de lo bonito que es pasar la navidad en familia o con personas que son especiales para ti. Por qué los regalos, vale te hacen feliz pero solo por unos minutos o unos días o más, pero tu familia siempre te hará feliz, si no fíjate, y cuando estés con tu familia o amigos siempre sentirás una felicidad enorme aunque no sonrías.
Ahora os vengo a proponer una cosa.
¡Disfrutad de está navidad en familia! Por que hay mucha gente sin casa, sin padres, o les tienen pero no es un hogar estable, disfrutad el doble, disfrutar el doble por ellos, o si conocéis a alguien que no tenga donde ir en navidad ya sabéis invitadle, que se sienta como en casa. Todos merecen una buena navidad. Ahora si. 
¡FELIZ NAVIDAD!
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sábado, 3 de diciembre de 2011

De Plebeya a Princesa. Capítulo 2.

Se empezaban a oír murmullos,  murmullos que pronto se convirtieron en gritos. Aunque verdaderamente eran lejanos. Me sentía tan cómoda, aún no había abierto los ojos, pero sabía que ese lugar tenía que ser un palacio, pues donde yo estaba tumbada, era un lugar muy blando y cómodo, demasiado perfecto para ser real. Tenía miedo pero a la vez no.
Finalmente abrí los ojos. No me había equivocado, esa habitación era perfecta. Tenía muchas cosas de oro, o de color oro, no lo sabía, pues nunca había estado en una habitación como aquella. Era preciosa. La recorrí con los ojos sin encontrar a nadie. No sabía cómo había llegado allí, y mucho menos cuanto tiempo había estado allí. Siquiera recordaba quien era. Era algo que nublaba mi mente. Algo que no podía  recordar. Solo recordaba un golpe, me había dado un golpe, pero nada más, ni como me llamaba ni de donde era, nada. Me dolía la cabeza.
Me levante mientras miraba curiosa de nuevo aquella habitación, aunque aún con la duda de quién era. No pude evitar acercarme hasta un pequeño cofre, lo acaricie con la mano y luego lo abrí. Fascinada no pude evitar coger uno de los colgantes que estaban en él, sin saber si estaba bien o no, me lo puse.
 Justo cuando lo tenía en mi cuello, unas manos me agarraron por la cintura y me hicieron girar sobre mi misma, para así encontrarme frente a frente con la persona a la que pertenecían aquellas manos. Era bellísimo. Se trataba de un joven de posiblemente dos años más que yo o tal vez incluso la mía. Era bastante alto, le recorrí con la mirada tratando de recordar, pero no le reconocía, no recordaba haber visto nunca aquellos ojos azul eléctrico, y mucho menos aquel pelo tan rubio, el mío era rubio pero no tenía aquel brillo, aquel brillo que le daba un parecido al oro. Sus rasgos eran perfectos, sus labios eran finos, pero verdaderamente seductores.
No le recordaba, pero el al parecer a mi si, antes de que pudiera terminar de recorrer su cuerpo con la mirada, el me agarraba de la barbilla y me besaba dulcemente. Yo no moví siquiera los labios, pues para mi él, era un completo desconocido.  Me aleje del, al ver que este ya dejaba de besarme.