jueves, 7 de abril de 2011

Visitas. Capitulo 4

-Se puede saber quien eres joder, déjame en paz, hijo de... -dije alterada. 
-Abi, esta Pablo contigo.- Era la madre de Pablo, había echo el ridículo. 
Le pase el móvil a Pablo, que ridículo, a hora me daría vergüenza hablar con ella.
Aunque yo estaba nerviosa aun por la llamada de antes…
Pablo me miro con cara de risa, yo  tenia esa cara de ''te odio, pero  eres mi amigo''.
Luego seguimos caminando por la ciudad, hasta que anocheció.

La verdad caminábamos, pero no íbamos ni a mi casa ni a la suya
- A donde vamos.- le pregunte.
- A un sitio especial.- Sonrió.
No se, pero creía , o lo afirmo, estaba pensando de forma diferente de él, tal vez sería solo por que no tenía a nadie y mis sentimientos se mezclaban, si seguro que es eso.
Nos introducimos en un pequeño bosque que estaba a las afueras de él pueblo.
Caminamos, durante mucho rato, el me tapo los ojos, y me guió, cuando me destapo los ojos, no me podía creer lo que veía, era un lugar precioso, las estrellas se divisaban perfectamente, y al fondo había una cabaña.
Una cabaña pequeñita, pero se veía acogedoras. Yo lo miré, inmediatamente el me cogió la mano y me dirigió hacia esa pequeña cabaña. Yo no puse resistencia tenía curiosidad por saber que había dentro.
Estaba apenas unos pasos de donde estábamos contemplando las estrellas, fuimos lentamente pero sin pausa.

Nos estábamos, acercando a la puerta, cuando oímos un ruido extraño que provenía de más adentro del bosque.
-Tranquila,  no pasa nada.- Me agarro y abrió la puerta.


En ese momento me altere y entre rápidamente en la cabaña.
Era preciosa por dentro parecía una suite lujosa, mis ojos miraban cada rincón de aquella cabaña hasta que me tope con un pequeño error que pertenecía a la habitación..

Solo había una cama en esa habitación ,yo me quede como; ¿qué?.
Simplemente mire a Pablo con una mirada asesina. Se volvieron a escuchar esos ruidos, tan insoportables y escalofriantes. Yo no sabía que hacer, que decir o simplemente como actuar..

-Pablo…  para que me has traído aquí, yo tengo miedo ¿podemos marcharnos?
-Yo estoy aquí, nadie te tocara, si yo estoy aquí,  ahora calla pequeña.
- Como quieres que me tranquilice sabiendo que ahí fuera hay alguien,  que mato a mi hermano, sabiendo que puede atacarme en cualquier momento a ti o a mi, no quiero perderte a ti también,  eres lo único que me queda.- Chillé alterada.
-Y no me perderás.- Se acerco a mi y me beso.
Era imposible, quería separarme de él, pero a la vez quería seguir besadole, me sentía tan segura, ese momento era tan mágico que no lo podía romper nada en el mundo.
Sus labios calidos, besaron los míos que estaban tensos a causa del miedo… 

Nos seguimos besando, cada vez más lento pero sin pausa. Yo cerré los ojos no quería ver a mi mejor amigo besándome y encima, que  me estuviera gustando esa sensación.
En ese momento se escucho una voz gritando: ¡Oh, que pensaría tu hermano pequeña Abi..! Era la voz del teléfono estaba segura, entonces  me separe de Pablo y mire hacia todos lados.
Se abrió la puerta y Pablo se puso delante de mí y dijo:
- ¿Quién eres?
- Un pequeño amigo de Abi, ¿no te acuerdas de mí?
Entonces vi a un chico entrar por la puerta era sencillamente perfecto, como  el del parque.
- Esta ahí. - grite y señale el lugar donde lo veía.
-No hay nadie.- Dijo y se volvió hacía mi.
-Pequeña, solo tu me puedes ver,  solo tu me puedes escuchar, a no ser que yo permita que el me escuche.- dijo en tono seco,  acercándose por detrás a Pablo.
<<No le hagas nada, no le hagas nada por favor>>
Cerré los ojos con fuerza, no quería ver lo que le haría, se oyó un golpe, abrí los ojos y Pablo estaba , tirado en el suelo, inconsciente o tal vez muerto, me tire al suelo, le tome el pulso, estaba vivo, pero su pulso era débil,  tenía que salir de ahí.
-No intentes busca la solución al asesinato de tu hermano, o si no habrá consecuencias.- Se fue.
Le hice el boca a boca a Pablo, parece que estaba reaccionando poco a poco..
Salí afuera de la cabaña.
-Seas quien seas, buscaré el misterio de la muerte de mi hermano. Y si tienes que matar a alguien mátame a mi. Pero mátame por algo, asesino. - volví a entrar en la cabaña.

No debería haber ido al bosque, no debería, ahora tendría que ayudar a Pablo a regresar a su casa… Una cosa que no comprendí fue lo de…  que pensaría tu hermano, pequeña Abi.
Era misterioso y a la vez rayante. Pablo se levanto lentamente y yo lo ayude a incorporarse de nuevo, tenia un pequeño Chichón en la cabeza, por el impacto en el suelo.
Esa noche ninguno de los dos dormimos, nos dedicamos a mirarme, seguía sin poder dormir en otra cama. Había sido un día muy largo. Y mañana, era la charla, que siempre nos daban, cada vez que iniciaba un curso. Esperaba que fuera un día tranquilo.


ESCRITO POR: PAULA Y LUZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario