lunes, 20 de junio de 2011

Capitulo 6

Camine hasta llegar al lado de ellos, era una chica, no sabía quien era y tampoco le pude ver muy bien el rostro por que se giró y se metió dentro del gimnasio:
-Es Brit una de las animadoras.
-A si, tu ex.
-Sí, pero bueno solo quería preguntar por si iba a volver permanentemente.
-Tampoco me importaba.- Mentí.
El me miró con esa sonrisa y mirada picara que siempre me ponía cuando sabia que el llevaba razón, yo  le ignore un poco y salí del gimnasio.
Me encontré con el mejor amigo de mi hermano, intente  pasar desapercibida, pero fracase.
- Hola Abi.- 
- Hola Andy -
- Lo siento por lo de tu hermano.. -
- Gracias, yo se que eras su mejor amigo...
- No me pude despedir de el, pero sabe que era muy especial para mi. Estábamos haciéndote una canción yo y el, no se si el la habrá terminado.
- Que va, el no me dijo nada... - pensé en ese momento en la carta y en las letras de la habitación…-Puedes mostrarme, la canción.
-Si tengo la letra en mi casa, una copia, luego nos vemos.

Me dirigí hacia un banco me volví a sentar.
-Abi, vamos ya hemos terminado aquí.- dijo Pablo.
-Podemos ir a, a no se a Pensilvania tal vez allí podremos distraernos.
-Vale, pero tenemos que ir a por la moto.


Caminamos hasta su casa, abrió el garaje. Allí estaba su moto, intacta. La cuidaba tan bien, que apenas se notaba que tenía 20 años, era de su padre, el se la dejó cuando cumplió los  14 aunque no la pudo usar hasta los 16. A su madre, la idea de verlo subido en una moto le aterraba, ya que su padre, tan bien sufrió varios accidentes.
Era una moto Italiana, no se de que marca, pero la verdad, estaba intacta.
Cuando al fin Salí absorta de mis pensamientos, el ya se había puesto su chaqueta para la moto, era de color negro, con rallas blancas y Rojas en horizontal.  Ahora recordando se la había regalado yo. Sonreí y me puse el casco. Me entrego una Chaqueta, era una chaqueta nueva, muy similar a la del, pero no igual. Le sonreí en modo de agradecimiento.
-No te tenías por que.
-Eres mi invitada, y ya parte de mi familia.- Se acerco y me beso, un eso suave pero calido, era incapaz de rechazarlo. –Te quiero, y ahora súbete.- Se subió y luego me subí tras él.-Agarrante fuerte.

Ya en la carretera, me di cuenta, que montar en moto me daba cierta sensación de vértigo, pero me gustaba, me hacía sentir, salvaje, no se si esa es la palabra, pero, no se me sentía bien, siempre que estuviera con él. Le quería.

Seguimos camino a Pensilvania, tardamos un par de horas en llegar pero bueno me entretenía el paisaje, ya que todo eso para mi era desconocido.
Llegamos al centro de la ciudad, queríamos conocer un poco aquella ciudad. El problema es que no encontrábamos ningún aparcamiento para dejar la moto. Estuvimos un buen rato dando vueltas por todas esas calles, pero lo que no era muy peculiar es que había otra moto siguiéndonos o al menos eso me hacia de pensar. Girábamos a la derecha, el giraba. Siempre lo mismo. También había por la calle gente que no paraba de observarnos parecía que no habían visto ''turistas'' nunca.
Yo seguía agarrada fuertemente a Pablo, estaría así por siempre. Con él a mi lado...
Por fin, encontramos un aparcamiento. Lo aparcamos rápidamente, nos bajamos de la moto, nos quitamos los cascos y me desabroché la chaqueta mientras observa disimuladamente el que iba detrás nuestra aunque el siguió su camino aunque hubiera un aparcamiento al lado…

Mire a Pablo fijamente y hice un gesto de, ‘’¿Y ahora?  ¿A dónde vamos?’’
Se quedo pensando durante un momento, luego me cogió la mano y empezamos a caminar, yo claramente, no sabía a donde nos dirigíamos,  pero seguro que era una idea loca, viniendo de donde venía, pero a lo mejor me equivocaba, normalmente me equivoco.  
Le miraba a ratos, no me había fijado nunca lo perfecto que era, hasta hace unos días, eso parece ser, que se debe a que el y yo, ahora no somos solo mejores amigos, si no ¿novios?
Resultaba, tan extraño presentarlo como mi, novio, de repente, nos paramos, ¿ya habíamos llegado? 
Alce la vista, y me encontré, con un hermoso prado, habíamos salido de un pequeño pueblo, Claro, no habíamos ido a la parte de la gran ciudad,  y ahora estábamos en un hermoso prado, era tan bonito, tan verde, tan especial.
Estábamos, si no estoy mal en ‘’Salladasburg’’ No es que sea mucho más grande que la Ciudad de ‘’Absecon’’ En el condado de ‘’Atlantic en New Jersey’’, fuera mucho más grande que ‘’Salladasburg’’, bueno vale si, ‘’Absecon’’ era mucho más grande.
Pero era, bastante bonito, respiraba el aire del prado, en cambio, estaba tan acostumbrada a ‘’New Jersey’’, que se me hacía muy raro, pero era precioso, increíble.

Mire a Pablo:
-Me encanta.
-Solía venir de pequeño, aquí con mis padres, de Picnic, es tan bonito, aunque veníamos en verano, ahora hace mucho frío.

Ahora fijándome, en verdad no era, con totalidad un prado, era un pequeño almacén de ruido, en el sentido, de que había una carretera al lado, pero si desconectabas, y no pensabas en nada, era como estar en el cielo. Aunque tampoco pasaban muchos coches, era una Carretera pequeña. Que daba para la siguiente ciudad ‘’Jersey Shore’’.

-¿Ya no venís?
-Hace un verano, que ya no venimos, desde que tuve el accidente.
-¡OH!
-A tu hermano no le gustaría.-Dijo una voz detrás de nosotros.

Me giré, era Andy, ¿Qué hacía Andy aquí?, ¿Nos Había seguido?
-¿Qué haces aquí Andy?
-A tu hermano no le gustaría, no le gustaría que estuvieras con él, no le gustaría que estuvieras viviendo con él, no le gustaría que durmieras con él, que te enamoraras de él, que...
MI HERMANO ESTA MUERTO!- Chille. No me gustaba, que dijeran las cosas que no eran verdad, y mucho menos de mi hermano. A mi hermano le encantaba Pablo, siempre bromeaba, con él, siempre le decía que me cuidará si le pasaba algo, confiaba en él, y saber que el era su amigo, y decía eso me sacaba de quicio.-¡NO VUELVAS A DECIR COSAS QUE NO TIENES NI IDEA, DEJAME EN PAZ, YO SOLO QUIERO SABER QUIEN ES EL ASESINO DE MI HERMANO! ¡LARGATE!-Empecé a llorar.

Pablo me abrazo, y fulminaba a Andy con la mirada, nunca le había caído bien, siempre había mirado a Abi, de forma diferente.

En ese momento, abrazada a Pablo, detrás del me pareció ver a mi hermano, mi dulce hermano, vestido como siempre acostumbraba a hacer, su sudadera, su amada sudadera, que nunca se quitaba de encima, sonreía con sus ojos dulces, azules como el cielo y siempre serenos, parecía triste, me recordó, aquella tarde de invierno, en el hospital, cuando nos dijeron que, papá y mamá habían muerto.
De su boca solo salieron unas palabras ‘’Te Quiero, nunca lo olvides’’.
Me parece, que esta no sería la última vez que veré a ver a mi hermano.


ESCRITO POR PAULA Y LUZ MARÍA

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