lunes, 15 de agosto de 2011

Visitas. Capítulo 7.

No le di ya mucha importancia al tema de Andy, aunque creo que Pablo seguía pensando en ese tema pero aún así no me decía nada..
Seguimos caminando por aquella especie de ''campo'' hasta que a lo lejos se veía gente pero no mucho como una especie de grupo. Yo miré a Pablo y aceptó simplemente y siguió caminando pero con una paso más lento de lo normal. ¿Qué le pasaba?

A lo mejor sabía algo que yo no. ¿Y si creía que tenía que ver con la muerte de mi hermano? , En buena parte tenía sentido, era cercano a él y había estado preparando la canción. No, no creo eso de Andy.
Cuando alcé la cabeza, el estaba absorto observando algo, seguí su mirada, guiaba hasta una chica.
-¿Que ya me estas buscando una sustituta?, que rápido.-Dije en tono burlón, pero a la vez celosa.
-A ti no te cambiaría por nada.-Dijo en tono serio, señalando a un chico de unos 22 años.
Lo miré, sus ojos aturdidores, fríos y oscuros. Daban miedo. Me produjo la misma sensación que cuando soñé por primera vez, con esos ojos, era idéntico. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza.
Justo en ese momento alguien me toco por la espalda, me dio miedo, me aferre a Pablo, el me apretó contra él, en ese momento, me sentía como una niña indefensa, me escondí ente sus brazos.
-Quiero saber cómo murió Marcus, por favor cuéntamelo.- Dijo la voz de Andy.
-¿Cómo te has enterado de que murió?
-Él no se habría ido de viaje sin avisar, por lo que saque mis propias conclusiones, se las comente a unos amigos y ellos corrieron el rumor de que murió.- Se encogió de hombros mientras explicaba todo aquello.

Al escuchar aquello le dieron unas ganas tremendas de asestarle un puñetazo o un tortazo pero se contuvo respiró, pensando en hacer un trato con él.

-Tú dices que lo de que murió fueron alucinaciones tuyas, o por así decirlo, sacaste conclusiones rápidamente y yo te digo como.


Aceptó el trato y pronto le comenzó a explicar todo lo que paso, pero eso sí diciéndole claramente que como dijera algo se la ganaría, y lo decía muy enserio. Mientras escuchaba el atento lo que ella le contaba se llegaron a derramar varias lágrimas, incluso llego a sentir escalofríos.
Pronto sentí que alguien me observaba, giré y pude ver como el chico de 22 años me observaba, me dio miedo, pero supe que le tenía que seguir, por lo que comencé a caminar, tras él, el corría como si llegara tarde a una cita, yo solo caminaba a un paso ligero, pronto Andy y Pablo me siguieron, sin decir ni una sola palabra. Estuvimos casi 20 minutos siguiéndole, procurando que no pensara que le seguíamos, parándonos en varios sitios preguntándoles por cosas que ni queríamos saber a gente que veíamos. Y al fin y al cabo llegamos a una especie de almacén, no me podía creer lo que tenía montado allí resultaba precisamente repulsivo, al menos a ella le resultaba así.


CONTINUARÁ...


El chico de 22 años, de ojos Penetrantes.
ESCRITORA: PAULA RGUEZ. VILLAR

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